miércoles, 22 de octubre de 2008

Estado Juez

Bajo este nombre, se recoge mi visión del papel que debe tomar el estado en la economía.

No estoy hablando del "Laissez-Faire" de los neoconservadores preconizado por Adam Smith y representado por Ronald Reagan o Margaret Thatcher, donde el estado simplemente deja actuar a la empresa privada y una "mano invisible" guía nuestros destinos.

Este modelo, ya hemos visto que no funciona, porque, como es obvio, no se puede dejar que "la masa" que somos los seres humanos, se regule por si misma y cree prosperidad.

El papel del estado es el de juez o garante de las normas de la economía que habrá qeu definir y que tendrán como objetivo la libre competencia de las empresas privadas. Sí, el estado tiene que intervenir en la economía. Pero no comprando empresas privadas y compitiendo desde ellas en una posición de privilegio frente a las empresas privadas como pretenden los intervencionistas, sino de forma que garantice la competencia y la igualdad de oportunidades en los mercado.

Esto no significa que el estado se quede observando el juego para ver qué sucede después. Significa que el estado tiene que ir por delante de las empresas y establecer siempre unas normas que garanticen la igualdad de oportunidades en el mercado y que a la vez proteja la economía local frente al intervencionismo o la falta de normas en otros países.

En estos días de globalización, mucho más todavía que en los tiempos de Adam Smith, o que en la crisis mundial de 1873, hay que imponer normas en cada mercado, que protejan a la "industria libre" frente a la "industria intervenida".
De nuevo, habría que entrar a definir qué es "industria libre" y qué "intervenida", lo haremos más adelante, pero como introducción, podemos adelantar que la "industria libre" es aquella que se basa en unas normas de competencia que cualquier competidor podría copiar sin más barreras de entrada que las relativas al acceso a la financiación. Por contra, una "industria intervenida", es aquella que tiene una posición de privilegio en un mercado por causas ajenas a la financiación.

Las empresas que gozan del privilegio de estar intervenidas en un mercado, no pueden competir libremente en otro mercado sin que el Estado garante de ese mercado imponga unas normas que hagan que la competencia sea igual para todos.
Como ejemplo, si la industria del automovil está intervenida en un país y empresas extranjeras no pueden entrar a competir allí, cuando las empresas de ese país intervenido quieren exportar a un país no intervenido, hay que establecer políticas "arancelarias" que hagan que la competencia sea igual para todos.
De lo contrario, la industria del automovil del mercado libre, sería eliminada en un corto periodo y se acabaría con esa "industria libre". Este es el papel fundamental del estado. Garantizar que no se perviertan las normas del juego.

No es un papel fácil ni pequeño y lo primero que tiene que hacer un estado para ello, es no poseer ni tener intereses empresas públicas que puedan competir con las privadas en una industria que funciona libremente.

Como ya se vio en empresas como Enron, no se puede ser el garante de las normas y a la vez estar involucrado en las empresas que tienen que cumplir estas normas.

1 comentario:

http://www.poneranunciosgratis.es dijo...

El caso Madoff (http://en.wikipedia.org/wiki/Bernard_Madoff), sólo hace que reforzar mi pensamiento sobre que el papel del estado es fundamental en la economía actual. La economía no se regula por si misma, más que en un mundo teorico.